jueves, 30 de junio de 2011

Ya libre, y en Argentina, sigo la lucha

El 4 de mayo, momento en que debían dejarme en libertad, me estaban esperando a la puerta de la cárcel funcionarios de Extranjería, que me esposaron y me llevaron a una comisaría de Castellón, donde me arrojaron a una celda y al rato trajeron a un tunecino, ladrón profesional y reincidente, que esa noche, cuando me dormí me robó las dos galletas pastosas y húmedas que guardaba para desayunar.
Un día después me llevaron ante un juez, ante quien dije que estaba conforme con que me expulsaran a Argentina, donde está mi querido hijo, ahora de 11 años, que dejé de ver durante los seis años que cumplí de condena.
Me recluyeron en el Centro de Internamiento de Extranjeros, una cárcel más severa que las cárceles donde estuve, a donde envían a todos los extranjeros que serán expulsados. Allí estuve 13 días, hasta que me esposaron y me subieron a un avión que me trajo de vuelta en vuelo sin escalas.
Al arribo me esperaba un policía de civil. Debí esperar a que bajaran todos los pasajeros y, ya saliendo, me ex mujer y mi hijo me estaban esperando.
Ahora me muevo tratando de que se revise mi causa. Este blog tiene ahora esa finalidad. Acá iré publicando las novedades que se produzcan con relación a esta lucha, pero, más importante, iré desgradando las ideas que propongo, buscando apoyo de la gente, tratando de mejorar el funcionamiento de la Justicia.